Tiempo

Buscando desesperadamente una tangente en el devenir del reloj de pared que cuelga de mi mente. Las alarmas se dispararon, un intruso entraba en el perímetro de mis emociones poniendo en peligro el equilibrio incierto de mi universo particular. Me puse el sombrero de olvidar y me enfrasqué en la magia de alzar el azar, al lanzar los dados tan alto como alcanza mi deseo y nunca los vi regresar, como nunca vi cumplirse mi deseo. La fragilidad de mis pasos por un camino de luces fundida distare mi atención y debo volver empezar a leer la letra pequeña de mi carta de despedida. Desviste la futilidad de mis actos de valor todo minuto que consumo y aún así te consumo, jódete.

Ojeando un catálogo de llaves. (Los cerdos juegan sucio.)

“Un truco de magia termina en tragedia.”

El azar se descarta al ver la última carta sobre el tapete rojo y todo cobra peso mientras los ángeles de la guarda abandonan la sala. Las sombras de la tristeza se alargan bajo la luz de las velas que elevan los sueños como mariposas de papel. Tengo una propuesta y una protesta, y dos buzones sin identificar para presentarlas. Las mariposas dibujan espirales en un cielo húmedo lleno de humo. Brillantes deseos despuntan lapiceros que conducen a ebrios renglones de ilusión. Señoras y señores, pasen y vean a la vida rendir cuentas con el minutero. Las apuestas se agolpan sobre la mesa que empequeñece a medida que se adentra en la botella. Transeúntes apresurados, atrapados en miel, blasfeman sin fe. Lanzo la botella con todas mis fuerzas al mar de la incomprensión. La marea baja súbitamente dejando a mis pies todo mi universo.

Un anciano moja las galletas en el café y pasa página.

crear

Y con un suave estallido llegó el silencio argumental. Buscó desesperado por los rincones una historia que contar sin hallar más que trampas infectadas de soledad. Se sentó sobre su sombra y vio como las circunstancias se iban amontonando a su alrededor como cortafuegos que filtrara como un tamiz invertido la felicidad. Dio la vuelta al mundo, frunció el ceño, miró el globo terráqueo y sonrió tímidamente. Se sentía demasiado complejo como para mediar por él mismo ante el mundo en que se reflejaba. El silencio que se adapta a su pensamiento le da forma a su pretexto.

- Una mano alzada. Pregunta.

- ¿Cuando se creó este texto?

- Lo estas creando ahora.

Alzar el Vuelo

Lamentos sin rumbo surcan la indigencia de mi pensamiento esta noche. Me asomo a la ventana, en Barcelona no hay estrellas. Sueños mal repartidos en la última mano y ningún as en la manga. Inquietudes acechando a cada esquina mientras el tiempo rasura mi vida. El olor a obras inacabadas asola mi estudio mientra un abismo imaginario me llama por mi nombre de guerra. Seguir el ruido de unos pasos que se acercan, para descubrir que aún sigues aquí, al menos esta noche, en que sé que estoy solo. Me pinto y me arreglo, y salgo a llenarme de noche. Tan sólo quiero olvidar que las reglas se rompieron, que me faltas tú, que siempre me has faltado. Al fin decido alzar el vuelo, mientras una fina lluvia y fría limpia mi pensamiento.