El mal sabor de boca que me deja tu
despedida, el dolor en el corazón que anuncia tu llegada. El
pasajero que no fue invitado. Las rosas mueren a mi alrededor
mientras la tierra tiembla en soledad. Cómo librarse de la respuesta
a mis preguntas? La sutileza con que el sufrimiento posee mi propia
persona desvistiéndola y sumiéndola en la necesidad de lo
inconcebible. Puedo ver tu interior, me grita, mientras me abofetea
con un suave guante de seda. Arrastro mi devenir por la indiferencia
de esta indecente inercia que no soy capaz de romper. Gentes sin
rostro pisoteando mi castillo de arena, y así, desahuciado, busco
morada entre los detalles que recuerdo al despertar de mi último
sueño. Pertenece al olvido, esa idea que no se recuerda ni a sí
misma. La pesadez de unos pies que quieren volar me recuerdan mi
condición de invitado que no pone reglas, si es que las hay. Con la
cabeza hundida en el water casi deseo quedarme sin aire. Así que lo
expulso rápidamente, cantando una canción de los Monthy Phyton.
domingo, 29 de julio de 2012
La parte del universo de Antonia.
Reivindico que le sea
devuelto la parte del universo que con sus actos, sus matices y con
su personalidad ha colaborado activamente a mantener con vida y darle
forma, que le sea devuelto proporcionalmente con alegrías, besos,
abrazos, cariño y amaneceres hermosos que parezcan nunca acabar.
Reivindico también que le den la banda de gala, por estar ahí. Y a
poder ser que siempre tenga un as en la manga. Me alegro de haberte
encontrado en esta inmensa sala de espera, y que estuviéramos
ojeando la misma revista. Si nos perdemos algún día, recuerda,
lleva siempre un botón descosido, yo llevaré uno de más, así nos
reconoceremos, y podremos proseguir el camino y las preguntas sin
respuesta. Juegos de niños, algo se te ha quedado filtrado en la
piel, y yo que no logró perder las alas, Wendy, juegos de niños.
Mirar al horizonte, para verlo encogerse de hombros, y podríamos
reír hasta llorar ante tanto patetismo. Así que hoy es tu
cumpleaños, ya eres toda una mujercita. Notaras que los chicos te
miraran diferente. Un consejo aprovéchate de ello. Siempre siendo lo
menos mala posible. Hey de momento, como adelanto de mi
instancia-reivindicación, te envió un beso, un abrazo y todo mi
cariño.
sábado, 28 de julio de 2012
a quién corresponda
Vas a rehuir mi mirada
cuando te diga que la vida tiene un precio y a mí no me queda
crédito para pagarlo. Apoyado contra la muralla, cuento cuentos.
Enfermo de tanto luchar por no buscar culpables, mientras toman mis
medidas para que la mortaja me quede perfecta. Juego de locos que nos
deja en la lucidez. Cruel objetividad que pone balazos sobre las is.
Tahur que reparte una mano de espejos. Los cuentos sirvieron de
sucedáneo hasta que la conciencia dijo basta. La gangrena que pudre
mi pensamiento, te tiene en su lista, te quiere, pero te tiene en su
lista. Un estribillo que salpica de saciedad mi pensamiento,
llenando de cadenas mi libertad. Escudriño los bolsillos, tal vez
aún tenga una ficha para una vuelta más, pero esta será diferente.
Hay precios que no voy a pagar y uno es el tuyo.
martes, 24 de julio de 2012
Mucho ruído y pocas nueces.
Forzado a escribir por
una mente inquieta que me tiene atrapado. Latigazos de consciencia y
pequeñas obscenidades intelectuales. Pereza argumental. Secretos que
llevarse a la tumba a buen precio, con angustia de regalo en el
mercado de las necedades. Y esta vez apunta bien. Privilegios a buen
recaudo, y voces que se tornan gritos. Es hora de repartir el botín,
muchachos. La miseria será equitativamente administrada en forma de
desgracias. Torturas subliminales y tiempo perdido. Tanta mierda para
no decir nada.
solo
Mierda de laberinto, jamás debí haber
aceptado la apuesta. Señuelos demasiado creíbles y caminos sin
salida como forma de vida. Mientras él me ve desde su monitor tumbado
en la cama, con una extraña expresión de desconcierto. Navegando en
un mar de mierda poco bueno puedes pescar. Movimiento rápido, con
que fintar el asfalto cuando caes desde tu castillo en el aire,
pensamiento libre. Intereses en una balanza que no se cansa, que está
trucada. Somos la naturaleza en pleno esplendor. Dulce hedor a ser
humano el martes a las 8 de la mañana en el metro. Casi no me siento
solo.
lunes, 23 de julio de 2012
Picor martilleando mi parálisis y 2.
De la desgracia
aleatoria, de la intuición desnuda, de los recuerdos perdidos, de la
suavidad de tu piel, de las circunstancias que nos traicionan. Los
cristales empiezan a chirriar y algo me dice que no marcha todo bien.
Pero apenas soy un bebe desnutrido con síndrome de abstinencia en
una incubadora. Y nadie comprende nada. Presentimientos al acecho
destiñen el horizonte. Es tiempo de echar cuentas.
Picor martilleando mi parálisis.
Recuerdos indecentes encerrado en el
servicio. Evolucionar a hostias. Robar cada domingo los cepillos de
la iglesia. Traicionar a tu mejor amigo por una puta. Degradación.
Dejarse mecer por los caprichos de la oportunidad. Un collage de
esquelas que nunca se hizo. Intentar expandir un éramos glacial.
Pequeñas zarzas que ardemos en el desierto de la duda. No quiero
engañar a nadie. No tengo nada a perder, ni nada a ganar. ¿Estoy
equilibrado a caso? Las bestias del armario siguen escuchando con
atención. Ellas nunca duermen. Como yo. Nazco cada amanecer envuelto
en un extraño interrogante del cual tardo en desprenderme. Fruto del
azar, me cago en la puta, aún seré fruto del azar. Que picor,
cielos. Mientras todo pierde color.
domingo, 22 de julio de 2012
Mierda
Un superviviente
haciéndose pasar por muerto, a un instante de la realidad, fiebre
que no quiebra. Dolor en la entrepierna, y sorpresas que no dejan
buen sabor de boca. Indignación por la subida de precios de la
entrada en el cielo. Girando la tuerca, este juego ya no me gusta.
Emociones en vías muertas, callejón sin salida y sé que ellos
están detrás. Malas cartas para el mejor tahúr. Peleas y
trapicheos en la cola de distribución de cupones. Tristeza y hambre.
Dónde olvidé la seguridad? Echo de menos saciar un buen mono. Aguas
estancadas e insectos sobrevolando la podredumbre de una sociedad
muerta. Sólo necesito encontrar la tangente para coger el camino del
olvido. Siempre supe llorar e incluso amenazar. “I just believe in
me.”
jueves, 19 de julio de 2012
inúti
Fijar la vista en el horizonte con el
que desnudar mi mirada y así dejarme arrastrar por la suave brisa de
la incertidumbre de una magnitud que intento convertir en un
acertijo. Puedo sentir las sombras del recelo tejer recodos donde
poner a salvo los secretos de toda una vida. Una enorme sonrisa
inacabada que desenfunda inquietud al borde de un precipicio que
siempre estuvo ahí. Un grupo de niños corren buscando cobijo tras
estallar una repentina lluvia de verano. Y todo parece perfecto
mientras doy cuerda a mi reloj. Soy tu duda, y golpeo fuerte. Estas
seguro qué existes? Cuanto vale tu seguridad? Apuesto mi duda contra
la tuya. Traición con ventaja, desamparo al rojo vivo. Las malas
noticias de esta eterna mañana de lunes, Todo fluye como el aire. No
voy a mentirte, todo el mundo está igual, inútil.
martes, 17 de julio de 2012
pide un deseo
La paciencia se torno
inercia y con ella llegó el olvido. Olvido ingrato que manipula la
realidad para jugar con su hermana esperanza. Un rostro que se
derrite en un cuadro pulidamente enmarcado en el desván de la
mansión donde habitan mis sueños. Debes poner atención, me
escuchas? No existe “la vida es así”. No les doy ni un instante,
me declaro insolvente mientras destilo pasado en un cuchitril que
montaremos sobre la incredulidad de los autómatas. Gente de papel
siempre a punto de arder. Pide un deseo y sopla las velas, cariño.
Recogí la botella, todos nos miramos, la rompí contra una roca y
cogí el papel. Léelo, léelo!
“Deseo existir.”
Y el niño pudo soplar
las velas.
domingo, 15 de julio de 2012
Lencería para la angustia.
Siguiendo el sendero que
trazaban sus palabras me fui adentrando en un mundo oscuro y
tenebroso donde el aire se volvía denso y los movimientos lentos y
toscos. En cambio sus palabras seguían fluyendo con rapidez y
locuacidad, provenientes de su propio mundo, él sin duda estaba en
su hogar. Hogar de miedos y temores, de traumas y mentiras, de
laberintos sin salida, de juegos sin reglas, de reinos sin reinas, de
aterciopelados latigazos, y cera en los pezones. La noche se nos
venía encima, pero el tenía mucho más que contarme, mucho más.
“La verdad es que nunca
me plantee recorrer el camino que me ha traído aquí, a esta sala, a
este momento, a ti. Aunque desde un principio sabía que acabaríamos
conociéndonos esta noche tan calurosa. Incluso sé porque razón.
Simplemente debía hacerlo, como un buen soldado cumpliendo ordenes,
no las cuestiona.”
“Quién te daba las
ordenes?” Me pareció la pregunta más adecuada para poderle colgar
un diagnóstico esquizoide, archivarlo y salir de ahí volando, algo
no andaba bien.
Soltó una carcajada. De
repente se serenó y muy serio me dijo sosteniendo mi mirada. “De
verdad no lo recuerdas?”
Se me erizó toda la
piel. Y un escalofrío acompaño a mi intuición por un descenso
salvaje a lo largo de la columna vertebral.
“A que juegas? Llevamos
casi todo el día aquí. Y lo único que he oído han sido
aberraciones sin sentido, explicaciones a medias. Encontraron siete
cuerpos mutilados en vida en tu sótano, y yo estoy aquí para dar mi
diagnostico. Y ni siquiera he conseguido saber quién eres."
“Yo soy la puerta”
“Qué puerta”
“La puerta a tu
subconsciente”
Dos hombres vestidos de
blanco miraban por la ventana de una puerta a un hombre interrogarse
a si mismo. Uno parecía que iba a decir algo pero se calló.
Joe se levantó y apagó
el televisor.
miércoles, 11 de julio de 2012
...seis y media...
Despertar a la
inconsistencia del argumento con el que hilvanar mis pasos, encogerse
de hombros y sonreír inocentemente como en una película muda llena
de secretos. Una rata de laboratorio cruza las teclas del piano
buscando su etiqueta y el silencio se detiene por unos momentos.
Enciendo un cigarro y mi mirada se evade con el humo en la semi
oscuridad de mi semi intimidad. Siento tu presencia a mi espalda,
como, acurrucada, aún duerme y me pregunto cuando acabó todo. El
cigarro se consume rápidamente mientras el tiempo lo hace
lentamente, como una condena de en mitad de la nada. Miro el reloj
que hay encima de la mesita de noche sin mirar la hora que marca.
Oigo tu respiración relajada como se aleja, en un gesto vacío de
sentido y lleno de autocompasión giro sobre mi para ver como tu
cuerpo se desvanece en mi memoria, y en un alarde de melancolía,
musito tu nombre. La luz se filtra por una fina línea entre las
cortinas, enciendo un cigarro, miro el reloj, son las seis y media y
aún recuerdo tu olor.
lunes, 9 de julio de 2012
Te quería como a mi hijo bastardo!
Te quería como a mi hijo
bastardo!
Un momento, quién dijo
eso? Entre temblores mi cuerpo gritaba. Traspasando la imaginación
por error. “Caroline, ves hacia la luz.” Es espacio se plegaba
sobre si mismo, y no había redención. El mundo de las oportunidades
desparecía. Y temblores, como una noche helada en la desnudez de un
recién nacido. La condena del osado. La calle sin retorno. Inercia
de un bucle que aún no he logrado demostrar pero que percibo. Una
mentira libre, sin dueño, va cobrando forma. El juego está llegando
a su fin, y yo de ti tiraría el rey.
domingo, 8 de julio de 2012
Elegancia
Pertenezco a un puñado
de errores que se amontonan en un rincón de mi mente, contenido y
contenedor se confunden en un éxtasis devastador que realza mi papel
secundario en un conjunto de instantes que se suceden
infructuosamente. Dudas e incertidumbre en la pasarela de los
suicidas. La ambigüedad de un mundo tras una percepción opaca. Mi
sombra te protegerá, ven, acurrúcate en mi regazo, hasta que mi
cuerpo desaparezca, tarde o temprano. El castigo se interpone entre
el acto y la culpa. Trágicamente abducido por una zanahoria.
“Señorita subraye zanahoria, por favor”. Trágicamente abducido
por una zanahoria.
La marea sube lentamente mientras me pregunto de quién fue la idea
de enterrarme hasta el cuello. Que talla usas?
sábado, 7 de julio de 2012
Las Mejores Intenciones
Toda una vida buscando la
etiqueta del precio y la talla de este jodido mundo. Y pese a no
encontrarla puedo sentir el precinto magnético de seguridad
asfixiando mis movimientos. Fugacidad asesina que oculta su mirada
tras un espejismo. Funambulismo atroz que nos impide volar. Cebos que
picar en este acuario hecho a medida. Es hora de juzgar tus pecados,
hijo, no va más, (cerdo bastardo). Vas a pedir carta? El condenado
se echo a reír. Alguna pregunta? La sala vacía comenzó a aplaudir
con tal énfasis, que me entraron ganas de pegarme un pico o tal vez
ya me lo había pegado. Los amantes del silencio salieron huyendo por
la salida de incendios para caer desde la treceava planta sobre un
niña que jugaba con su nintendo ds. Mira que se lo dije al
arquitecto, hay que poner escaleras tras las puertas... En fin,
suerte que esto es sólo un texto, un pretexto para descargar mis
mejores intenciones.
jueves, 5 de julio de 2012
Irrealidades II
Nunca comprenderán el
valor de los mansos. Repetía mientras era azotado una y otra vez. El
sonido de los latigazos en la piel, el olor de la sangre. Cuando
llamaron a la puerta, era Claudia, que la reclamaba la Madame, venía
a sustituirla. Vas a sufrir cerdo, oyó decir mientras cerraba la
puerta. Al llegar a recepción, una barra llena de traficantes y
chulos por si las moscas, Cristina, la Madame la esperaba. Silvia, te
espera el paciente 13 te espera en la habitación 16, ha suplicado y
exigido a la vez que fueras tú, está muy extraño pero a soltado
mucha panoja. Cristina era una Jasp “Joven aunque sobradamente
preparada”, es decir que tenía más huevos que la Mala Rodriguez.
Allí ningún cliente tenía nombre eran pacientes. Y el 13 estaba
muy raro últimamente. Silvia se dirigió hacía la
habitación 16 algo asustada. Al entrar, el paciente 13 cerró la
puerta de golpe y le dijo: Lo tengo. Por fin lo tengo. Hemos de
escapar. Silvia gritó para que la oyeran los chulos. Y el 13 empezó
a reír. Y se explico: Es inútil, en el momento que entraste en la
habitación ya no estás, dónde crees que estás. Bueno, para ser
más exactos, ya no estás. Silvia chilló aún más fuerte. Y 13 rió
más fuerte. 13 la intentó tranquilizar en vano, se fue a un rincón.
Y se relajó. Ya tendría tiempo a explicárselo. Ahora que había
aprendido a parar el tiempo.
Irrealidades
Perforando el horizonte día a día con las uñas, yo era sólo un
eslabón de un engranaje, de una complicada conspiración contra la
realidad que nunca agacharía la cabeza. El silencio iba cobrando
forma, a medida que la cúpula celeste iba perdiendo su curvatura. El
pegamento se estaba agotando y los hombres de gris podían notarlo,
teníamos poco tiempo. Y, encima, nos estaba entrando el mono. Nos
comunicábamos por móvil, eso cuando no quemábamos el tiempo con
algún absurdo juego del android 4.03, hasta parecíamos reales. Mi
palacio de cristal se compone de una piltra, un armario donde habitan
todo tipo de seres, un pc i7 de 8 gigas, un televisor led de 42” y
un home cinema, más un pequeño taller de reparaciones. Y aquí
tengo atrapado el cuerpo, el palacio de mi mente es mucho más
grande. Suena el cascabel los jugos gástricos se ponen en marcha,
puto Pávlov. Te tengo donde quería y aún no te has dado cuenta. Te
tengo bien lejos. Nunca nadie se acercara lo suficiente. El hombre
invisible lamía tu helado.
Ensayo de funeral.
Oculto tras el peso de la
pena, en un suelo encharcado, arrastraba sus pasos el protagonista,
simulando una sonrisa, más falsa que mi felicidad. Grupos de
personas se intercambiaban palabras vacías para un cuerpo aún
presente. Por un momento en un esfuerzo absurdo intento concebir la
inexistencia, evidentemente inútil, lo único que logró fue soltar
un chorro de vómito a los pies de un ciprés. Nadie lloraba, nadie
dijo grandes frases, simplemente se despedían de una vida que había
dejado mal sabor de boca y un extraña sensación de desperdicio. El
protagonista ardía lentamente desde un interior que aún se
preguntaba que estaba sucediendo. Un reflejo en unas gafas de sol,
una tristeza que durante años intento eludir en vano, un traspiés
en la línea de meta. Poco a poco los visitantes se fueron marchando,
primero acercándose al hoyo para luego alejarse para siempre. Él
llegó justo a tiempo para escupir sobre su propia tumba.
martes, 3 de julio de 2012
Cansancio Incómodo
Un cansancio incómodo de
llevar, un lamento algo desconcertado que se acurruca a mis pies.
Ansiedad lamiendo mi espina dorsal en estallidos de vacío. Ordenando
este silencio ensordecedor en una estructura precaria que poder
destrozar con un acto aún por concebir. Practicando en el trapecio
el número final, en soledad, lejos de los fríos aplausos de un
público que olvidó la empatía, como el diccionario. Cuelgo en la
nevera con un imán en forma de fresa la lista de razones para
mantener la voluntad viva. Cuento los granos de arena de un reloj
para poder perder la cuenta. Preparo la maleta para no ir a ningún
sitio y no logro cerrarla. Oculto en la sombra que me da un mal
presentimiento, tiemblo tan deprisa que parezco inmóvil. Este efecto
debe tener algún nombre que desconozco. No encuentro mi lugar, me
vas a ayudar, Nuria?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)