sábado, 28 de julio de 2012

a quién corresponda


Vas a rehuir mi mirada cuando te diga que la vida tiene un precio y a mí no me queda crédito para pagarlo. Apoyado contra la muralla, cuento cuentos. Enfermo de tanto luchar por no buscar culpables, mientras toman mis medidas para que la mortaja me quede perfecta. Juego de locos que nos deja en la lucidez. Cruel objetividad que pone balazos sobre las is. Tahur que reparte una mano de espejos. Los cuentos sirvieron de sucedáneo hasta que la conciencia dijo basta. La gangrena que pudre mi pensamiento, te tiene en su lista, te quiere, pero te tiene en su lista. Un estribillo que salpica de saciedad mi pensamiento, llenando de cadenas mi libertad. Escudriño los bolsillos, tal vez aún tenga una ficha para una vuelta más, pero esta será diferente. Hay precios que no voy a pagar y uno es el tuyo.

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