martes, 17 de julio de 2012

pide un deseo


La paciencia se torno inercia y con ella llegó el olvido. Olvido ingrato que manipula la realidad para jugar con su hermana esperanza. Un rostro que se derrite en un cuadro pulidamente enmarcado en el desván de la mansión donde habitan mis sueños. Debes poner atención, me escuchas? No existe “la vida es así”. No les doy ni un instante, me declaro insolvente mientras destilo pasado en un cuchitril que montaremos sobre la incredulidad de los autómatas. Gente de papel siempre a punto de arder. Pide un deseo y sopla las velas, cariño. Recogí la botella, todos nos miramos, la rompí contra una roca y cogí el papel. Léelo, léelo!
“Deseo existir.”
Y el niño pudo soplar las velas.

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