lunes, 30 de abril de 2012

4 pisos


55 km de Pineda a Barcelona, 50 metros del parking a casa, 80 escalones hasta la puerta de mi hogar, dulce hogar, 20 pasos hasta el balcón, me asomo, 4 pisos me separan del suicidio.

Lencería fina y cálculos en el reverso de un recordatorio de un funeral. Impresiones imprevistas, Canciones que me recuerdan a ti, seas quién seas. Presenté los papeles por triplicado pero al parecer faltaba un sello para poder ser admitido en el club de los perdedores, así que me senté en un rincón a llorar. Debí haber aceptado el porque sí? Jugar solo al escondite (aún me estoy buscando). Mi dolor bajo un microscopio, treinta y siete putos puntos de sutura que me mantienen en pie y un disfraz. Esperanza de pronóstico reservado y mala iluminación para un escenario de sombras. Hice añicos el almanaque de los errores. Cuando asumes la distancia que te separa de la muerte es cuando empiezas a vivir.

viernes, 27 de abril de 2012

WhatsApp


Se derramó el tintero y apenas puedo distinguir mis propias palabras, y no recuerdo que quería decir. Un sabor amargo recorre mis venas, y mi alma se retuerce deformando mi mente, convirtiéndola en angustia. Pido el comodín de la llamada, pero no coges el teléfono. Vine a este mundo de forma prematura (unos cientos de años) y por mucho que busco no encuentro el libro de instrucciones. Mierda de abismo, la caída es tan alta que incluso tenemos el supuesto privilegio de meditar acerca de como será el aterrizaje. Me corto el pelo o me lo dejo largo? Fantasía o realidad, ayer conté trece personas escribiendo en el móvil a la vez en el vagón en el que iba. Retrocedo unos pasos para dejar pasar la muerte, que muy coqueta me da las gracias. No es nada, digo yo con una semisonrisa. No, lo siento, mis sueños no están en venta, pero tengo pesadillas a buen precio, por ser tú, gratis, y de regalo te llevas, si quieres, algún trauma infantil, tengo de primera calidad. Persigo el prestigio del anonimato, y las circunstancias propicias para cambiarme por el reflejo del espejo, mas siempre está atento a mis movimientos. “Me gusta tu estilo transgresivo, mitad rabia, mitad aburrimiento.” Me dijo un crítico que me acabo de inventar. Y yo contesté : “Me has leído el pensamiento.” Pesada soledad de los cojones, ya está otra vez enviándome un WhatsApp.


miércoles, 25 de abril de 2012

El Examen


Grabadas en la piel tengo las respuestas del examen. Tanto dolor para no suspender, esta vez no. Oigo: “TIEMPO”. Miro el reloj. Son las doce, dispongo de veinticuatro horas para redactar y argumentar las conclusiones a los misterios de toda una vida. Brillantemente, me esmero en utilizar acertadas comparaciones y metáforas que ilustren para dar más claridad a lo expuesto. Todo lo que he aprendido en una vida, de nuevo puesto a prueba. Esta vez no voy a suspender, esta vez no. Desde los traumas de niñez a los errores de madurez pasando por un resumen de sentimientos. Me sobraba tiempo, aún asi, lo apuré para que fuera la prueba perfecta de mi aprendizaje. Al fin, con el examen completo y ya relajado sonó de nuevo la voz: “TIEMPO”.
Me levanté del pupitre y me acerqué hacia la voz lentamente. Cuando llegué a ella, sin poder evitarlo. Rompí el examen en añicos y lo dejé caer como copos de nieve sobre la mesa. Y dije: “Esto es lo que me has enseñado”.

martes, 24 de abril de 2012

Prisionero de la libertad.


Un pensamiento que no cuaja empapa mi gesto tiñendolo de innecesario. Desertor del suicido, habito en el punto ciego de la muerte. Las palabras se persiguen unas a otras como notas en perfecta sincronía intentando transmitir un sentimiento que ni ellas por si solas conocen. Adentrarme en un día fuera del calendario, pasearme por el laberinto sin miedo a perderme, dibujarle bigote y gafas al espejo y salir corriendo. La elección es la unidad de medida del hombre. De ahí mi tristeza y de ahí mi esperanza. Me cansé de frotar lámparas mágicas y de los genios que mentían, me cansé de los zapatos de cristal dos tallas más pequeñas, me cansé de nunca jamás. Ahora apuesto por participar en lo que hay que no es poco, y si puedo, trabajar para un mundo de calidad.

lunes, 23 de abril de 2012

Estoy aquí, me ves?


Estoy aquí, me ves?
Entre una densa niebla de gente, gente atrezzo que circula en diversas direcciones creando el ambiente perfecto para un encuentro casual entre dos personas que divagan en su soledad interior.
Estas aquí, te veo.
Un dios interrogante desincronizando existencias, ocultando ases bajo la manga, no impedirá que nos encontremos en el frío del filo del tiempo rasgando el momento. Sé que recojeras el ovillo que he dejado rodar por el parquet de la sala de espera, porque sé que sabrás que hacer con el. Enseñame a tejer un manto que nos cubra de las inclemencias del “tiempo”. A crear un pequeño rincón donde pueda ser prisionero de la voluntad.
Estoy aquí, me ves?
Ven, corre, tengo entradas de primera fila para ver al protagonista salvar a la princesa en la última escena. Y promete ser comovedor, pese a que al fin todo se olvide, por un momento, aunque sólo sea por un instante, vale la pena. Compramos algodón de azúcar?
Estas aquí, te veo.
Que suerte poderte encontrar entre este tumulto de inquietudes. Que suerte poder abrazarte y sentir que no estamos solos en este mundo invertebrado. He oído las campanas que llaman a silencio, mas no puedo acallar el flujo de palabras con que atizo el fuego que nos calienta en este eterno sueño.
Estoy aquí, me ves?
Es Sant Jordi del 2012, y estoy aquí, me ves?

sábado, 21 de abril de 2012

no tienes poder sobre mí


Desde el interior de mi ser una fuerza, un imperativo emocional, me mantiene en pie, es más me empuja a recuperar mi vida, arrebatada con la brutalidad de quién amputa un alma. A este arrebato yo lo llamo prueba, y a el arrebatador, le sea quién sea, sea mi debilidad interna o el reflejo de ella en el entorno, le digo:

“La debilidad que te trajo hasta mi está muriendo, así que tu poder sobre mi desaparecerá, con el renacer de mi voluntad.”


NO VOLVERÉ.


Deslicé suavemente mis yemas mojadas por la inscripción de aquel grabado manteniendo mi alma inmóvil, en perfecta sincronía con un mundo que los acordes de un silencio sin afinar. Por un instante, la belleza de un mundo perfecto, hizo caer el castillo de naipes de mis pesadillas, empujándome hacia la voluntad, hacia mi propia voluntad. He visto reyes morir envenenados en copas de oro, he visto milímetros como kilómetros, y al tiempo detenerse a descansar, mientras hombres llenos de buena de fe eran carnaza para los perros de la codicia. Pequeños afluentes de caricias unirse en ríos de amor para desembocar en un mar de olas en clímax golpeando sobre la almohada. La magia existe, pensaba mientras grababa una inscripción en un árbol del paseo de la incertidumbre. NO VOLVERÉ.