miércoles, 29 de agosto de 2012

Llamas de esperanza


Llamas consumiendo mi conciencia elevando mi pensamiento como pedazos de papel escritos hace demasiado tiempo destinados al olvido. Inquietudes atrapadas en telarañas tejidas por el tedio y la desesperanza empiezan a latir de nuevo impulsadas por la lluvia de lo sutilmente inesperado. En la oscuridad de mi albedrío hallé la magnitud de mi perdón. Como un árbol de hojas caducas mi espíritu está renaciendo después de haber perdido todas sus hojas. Y me pregunto cuánto tiempo negué mi propia existencia? (Mientras retroalimento mis ganas de vivir). Tiro de la madeja del espejo en busca del reflejo que yo mismo oculté con un manto de desinterés hacia mi mismo. Tanto sentimiento nuevo me abruma, sólo tengo la sinceridad de unas palabras que jamás creí escribir.

jueves, 23 de agosto de 2012

El pescador de ilusiones


La magia de un temor que se desvanece como un sueño que dulcemente acaricia el despertar del amanecer por el ventanal. Tejiendo su dulce red, el pescador de ilusiones, se prepara para salir, como cada noche en su barco de irrealidad. A punta del alba, piensa, ha sido una noche fructífera mientras devuelve su pesca al mar de la esperanza. Es hora de levantarse. Hace su cama de 96 cm, y se viste, toma su medicación, y baja a desayunar al bar en busca de contacto humano. El mundo está empezando a cobrar color, después de años de vivir una vida en blanco y negro, y eso, eso dibuja por primera vez en mucho tiempo una sonrisa sincera en su rostro y no una mueca distorsionada. Saber el camino no es lo mismo que recorrerlo, y hoy el pescador de ilusiones lo está recorriendo, con un libro recién encontrado bajo el brazo. 




sábado, 18 de agosto de 2012

Fuego


Tristeza de arrepentimiento y palabras no pronunciadas que se pudren en un rincón tardío de un recuerdo imaginado. Sentado en el parque, con la mirada clavada en el suelo, se oculta del tiempo. La conciencia se balancea ebria como un borracho en alta mar intentando sostener su copa para pronunciar el último gran brindis antes de que la tormenta se lleve a pique al barco con nombre de mujer. Sin levantar la cabeza, extiende sus manos en busca de la sombra que lo acompaña desde el día que un barco con nombre de mujer se hundió. Ella le responde con una suave caricia y una mentira que le susurra al oído. Y pese a saber que es mentira, sonríe, no tiene nada más, y se la guarda para él. Coge un palo y escribe en la arena un nombre que no logra olvidar y lo sella con un lágrima que no sirve de nada. Así que, busca entre sus bolsillos y encuentra un cigarro a medio fumar. Levanta la cabeza por un instante y le pregunta a un cuidador: Me puedes dar fuego?


viernes, 17 de agosto de 2012

Mentiras.


La noche en que se equiparen el peso de la duda al peso de la vida, el día en que las mentiras no necesiten cuerpo y pese a ello las acaricie hasta convertirlas en mis amantes que, compasivas, me arranquen los ojos, ese día osaré redactar la carta de despedida que tengo atragantada a cada paso, en sueños y, entre línea y línea.

Un saxo balancea la nocturnidad de mi colección de pretextos para no ocultarlos. La indigencia de mi corazón no respeta su propia tristeza. Entre los escombros de una ciudad que nunca fue construida, los hijos no nacidos avivan un fuego redentor que con el que quemar viejas historias, viejos recuerdos. En una pared blanca un niño dibuja notas con un trozo de carbón. Mientras siga componiendo todo irá bien, se dice. Pensamientos atrapados en una puerta giratoria de doble sentido, que vergüenza, me han atropellado y llevaba tus bragas de anoche, cariño. Y llegó la lluvia. Y las notas se fueron desvaneciendo de la pared blanca, pero el niño siguió escribiendo entre lágrimas. Y de momento, todo va bien?

Los premios cada vez son más amargos, cada vez me hace menos caso cuando hago mis gracias, ya no me lleva a dar los paseos largos que solíamos dar y creo que este verano me va a abandonar mi dueño, ese que nunca he conocido, y seré un humano más abandonado de la mano de dios. 


viernes, 10 de agosto de 2012

Quién quiere culpables?


Mi palabra sólo te puede mostrar mi impotencia, mi rabia y mi forma de intentar escapar a la naturaleza humana. Sé que mi pasado esconde la verdad pero no sé dónde diablos la perdí. Mierda de huracán que aún busca nombre. La resaca que olvida mi intención. No temerosos de dios nos arrastramos perdidos en busca de una respuesta tan obvia que somos incapaces de verla. El infinito me viene pequeño. La neutralidad del todo. Baila esta noche alrededor del fuego a medida que desaparece. Los conceptos están perfectamente estructurados. Sólo tenías que seguir el árbol para llegar a mí. Quién es aquí el culpable?

lunes, 6 de agosto de 2012

eternidad


Desperté, en mitad de la noche de un espasmo, empapado en sudor y con el corazón galopando. Miré debajo de la almohada y una lágrima recorrió mi rostro al comprobar que había desaparecido la llave que abría la eternidad. La llave que había guardado durante tanto tiempo, con tanto sigilo, la llave que casi me había hecho enloquecer. Tomé demasiados tragos ayer... de repente los recuerdos revivieron llenando mi mente de imágenes, olores, caricias, besos y sexo. La conocí en un bar de copas, no quiso decirme su nombre, prometió decírmelo por la mañana mientras nos comíamos a besos, entre tequila y tequila. Pero ella ya no estaba, me levanté, y fui hacia la puerta de la habitación, al abrirla oí un grito que decía: MI NOMBRE ES ETERNIDAD. Desperté, en mitad de la noche de un espasmo, empapado en sudor y con el corazón galopando. Miré debajo de la almohada y una lágrima recorrió mi rostro al comprobar que había desaparecido la llave que abría la eternidad. La llave que había guardado durante tanto tiempo, con tanto sigilo, la llave que casi me había hecho enloquecer. Tomé demasiados tragos ayer.......................


domingo, 5 de agosto de 2012

La húmeda intención que bendice mi pensamiento.


Sube la marea de la imaginación que me permite flotar al a deriva en el mar del olvido. El tiempo pierde densidad mientras sueños sin dueño ebrios de libertad danzan al ritmo que marca mi corazón. Las caricias se desatan desde los cuatro puntos cardinales para unirse en un espasmo de placer en lo más hondo de mis entrañas. Y un silencio que nunca muere acompaña una paradoja de notas que se persiguen en perfecta desincronía. Me siento vivo mientras aquel pintor ciego retrata mi desnudo sobre un lienzo infinito en un cielo púrpura. La oscuridad mece la noche con tanto cariño que podría besar la luna y ella desgarrarme la espalda con sus uñas. La dama saca brillo a las palabras que nunca pronunció, y los gestos se deslizan por un suave manto de emoción. Las cadenas que me tenían atado se han convertido en livianos pañuelos de seda que cortejan mi cuerpo.

 
Quiero aprender a jugar de nuevo, porque me cansé de buscar.