jueves, 27 de diciembre de 2012

la luz danza


Te diría que a veces las despedidas llegan tarde dejando mal sabor de boca. Stress en nochebuena. Y un silencio que huele a cloaca se extendía por nunca jamás mientras recomponía viejos sueños rotos en el cuarto de invitados de mi propia casa. Rastros que borra el viento de un caprichoso presente. Cartas a un número de correos que contrataste tú mismo llenas de palabras que desean no ser leídas. Buscando el mejor perfil de la existencia nunca la miré de frente. Muérdago sobre tu cabeza, y un beso apasionado que por un momento me hace olvidar que me toca apostar. Señales de vida en pequeños botes en la estantería que no logro alcanzar. Bailamos un vals mientras la orquesta enmudece. Y una extraña actitud de mi reflejo en tu mirada inexistente. Sólo rincones de esperanza mientras la luz danza.

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