sábado, 1 de diciembre de 2012

mierda


La gran tormenta estaba por llegar, la noche de mi despedida. Insólita danza de descontrol de madrugada cuando en mi mente reventaban las ideas como pompas de jabón. Todo es relativo a mi sueño. Aquel que perdí jugando a cartas con la mentira. Debes perdonarme. Debes perdonarme. Debes perdonarme. Andaba algo tomado. ¿Una buena banda sonora es importante en tu vida? ¿Un hilo argumental que tal vez no existe? Tal vez somos un instante. Tengo hambre. Las noches agitan mi agilidad y atrasan mi reloj, durmiendo mis pretextos. Me encanta componer. Letras tras letra. Oírlas, como notas que bailan su eterno camino. La música estimula mis ganas de escribir aunque sólo se pueda decir mierda.

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