La gran tormenta estaba por llegar, la
noche de mi despedida. Insólita danza de descontrol de madrugada
cuando en mi mente reventaban las ideas como pompas de jabón. Todo
es relativo a mi sueño. Aquel que perdí jugando a cartas con la
mentira. Debes perdonarme. Debes perdonarme. Debes perdonarme. Andaba
algo tomado. ¿Una buena banda sonora es importante en tu vida? ¿Un
hilo argumental que tal vez no existe? Tal vez somos un instante.
Tengo hambre. Las noches agitan mi agilidad y atrasan mi reloj,
durmiendo mis pretextos. Me encanta componer. Letras tras letra.
Oírlas, como notas que bailan su eterno camino. La música estimula
mis ganas de escribir aunque sólo se pueda decir mierda.
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