sábado, 11 de mayo de 2013

estoy


El pasado como una respiración entrecortada en el cogote te empuja con fuerza hacia el vértice del tiempo. Señales de humo desde una isla quemada. Morir como un hombre bueno. ¡Controla tu cerebro o no te dejaremos tener! Luz artificial difuminándose en la atmósfera de mi alcoba. Sólo existe una forma de morir, lo otro son las circunstancias. Pensar en alto en la parada del autobús. La intransigencia de mi desnudez es una breve treta para olvidarme de mi mismo. El otro día me tuve que ir a buscar, porque me había dejado olvidado, y andaba algo perdido. Pero todo cobra un matiz alegre, cuando tienes fe en que nadie saldrá vivo de esta. Si muero yo, os venís todos conmigo. ¿Jugamos a intercambiar sueños? Tristeza apasionante que me empuja a escribir, ¿pura poesía o simple verborrea ocasional?

No hay comentarios:

Publicar un comentario