martes, 12 de febrero de 2013

¿Cual es el precio del establecimiento de llamada de las llamadas que no realizo?


La verdad será recompensada tal y como ella misma lo pida. Silencio por silencio. Indiferencia por indiferencia. Nadie va a decidir por mi la noche en que en que se derrumben las estrellas y los ríos se desborden. Pequeños retales de periódico ocultando una pared de color negro, y una bombilla al aire se balancea iluminando la sala repleta de espejo elípticos. Pequeñas idiosincrasias que imagino tumbado en la cama cuando me pongo mi bombín y me acuerdo de ti. Los payasos no llegaron a tiempo con sus cubos de agua llenos de agujeros. Y la duda ardió como la mala hierba (Mateo 13:24-30) que creció junto al trigo que guardamos en el granero. Las metáforas se desvincularon de la realidad para dar a luz una nueva forma de vida improbable. Una rata se vestía con sus mejores galas para ir en busca de queso. Cuando más tarde la dueña, una vieja enfermiza apenas sin fuerzas, le arrebató el queso de las patitas, le dijo: Deberías haber llamado.

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