Un tiempo ahogado entre
las notas de un saxo tenor, mientras alguien marca el ritmo desde un
rincón oscuro. El humo se acumula en un baso boca abajo donde una
mosca casi sin fuerzas busca salida, (...hacia abajo mosca, la vida
está hacia abajo...). Señuelos que dan lo que prometen, en un
mundo de incertidumbre, señuelos que dan lo que prometen. El
despertar de un sueño inequívoco, en el que un marcador señalaba
tu número, y una pregunta que queda en el olvido, colgada en la
valla fronteriza que separa sueño y realidad. Los ciegos siguen
formando el círculo sin hacer caso a la trompeta que les marca el
fin del juego, tal vez no saben que hay fuera del baso lleno de humo.
Debo concluir estas líneas, me espera Burton.
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