Un
foco buscando una sombra en un escenario vacío, mientras el público aplaude
mostrando sus sonrisas brillantes como las cuchillas del suicida. Un telón que
nunca cae pese a la lluvia de cenizas. Y
la oscuridad desmenuza mis palabras cuando intento decirte que no entres. Así
que me encojo de hombres al estilo Buster Keaton y te vendo una entrada para el
pase de esta noche. Victima y verdugo se confunden en tu mirada y un escalofrío
recorre mi gesto. Desapareces por la puerta giratoria mientras yo regreso
lentamente a mi nicho familiar. Como un sueño lleno de espejos, los atajos
rodean mi indecisión, robándome el tiempo.
Vetusta Morla - Salvese quién pueda
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