domingo, 31 de marzo de 2013

Del adjetivo inadecuado.

De las palabras surrealistas de unas menudas paganas de la inserso. De las batallas callejeras de un par de héroes imaginarios jugando a batirse en duelo con el vértice de la mente. El duelo de los pocos que recuerden mi nombre será corto, pero más corto es el paso del hombre en el tiempo. Juguemos a decir mentiras, dice el futuro, mientras me hundo en la ciénaga de lo irrefutable. Pasarelas para esqueletos de pocos años luciendo su mejor sonrisa, es el lugar que ocupa cada uno en el tablero lo que está en juego. Y tú tienes las de perder. Sonrisas a escondidas albergando negaciones ocupan mi mente demasiado despierta. Y todo lo que me preocupa es encontrar el adjetivo adecuado para tu nombre.

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