Realidad puta que entra de
puntillas rompiendo la oscuridad para susurrarte al oído con su aterciopelada
voz de whisky que el último baile está por empezar y que aún tiene ganas de
follar. Sonríes mientras dejas caer una lágrima de bebe, y te preguntas cuanto
tiempo debes haber permanecido muerto, sabiendo que no hallaras respuesta
intentas incorporarte, pero el cuerpo no responde. Y en el cristal de una
ventana de tu mente, una niña de ojos rasgados da golpes y te pregunta: ¿me
puedo hacer una fotografía contigo? El tiempo tiene un extraño modo de devolverte
la última jugada. Un olor a madera quemada lo invade todo, ¿se habrá declarado
la guerra? Implosión de una paz que nunca existió y juguetes en una bañera. El
cristal se rompe, un flash te ciega. El
último tema suena muy triste pero: “¿Qué demonios?, ¡vamos a bailar!”, dice la Realidad
puta abalanzándose sobre ti. La madera vuelve a arder mientras la bañera rebosa
y los juguetes se desploman pesados como toda una vida por la oscuridad. Y una
voz proveniente de todas partes te dice: “Despierta o no despertaras jamás.”
Ya estás despierto. Mata al mal que se presenta tanto despierto como dormido, pero descarta la idea de que siempre has estado dormido. Ni aunque fuera cierto es nada práctico. Actúa en el mundo en el que te mueves.
ResponderEliminar"Ahora voy a echarme a dormir, el Señor de los Sueños cuidará de mí, y en el reflejo del ojo de mi mente, el Mal se verá a sí mismo, ¡¡¡y morirá!!!" (de "Pesadilla en Elm Street IV")