¿Quién va a hacer las preguntas
inadecuadas? Todos permanecieron en silencio. Mientras en el otro extremo del poblado
nacía un muchacho con el alma envenenada.
¿Su sufrimiento se lo llevaría el
silencio, al final? Se preguntaba al lado del rio, el muchacho que nació con la
alegría del telegrama de un suicida, una
noche al cabo de 34 primaveras en que aún nadie había hecho las preguntas
inadecuadas y que los antiguos habían profetizado. La tradición decía que todos
podíamos hacerle una pregunta a dios y que la respuesta te daría la pista del
camino a seguir. Pero eso era sólo una leyenda. Aunque muchos la pronunciaban
justo antes de morir, aunque siempre se habían reído de la historia. Es curioso
el miedo, miedo a vivir, miedo a morir. La noche lo acompañaba, los animales
mutantes del bosque, y el sonido del agua intoxicada que recorría los
riachuelos de lo que un día se llamó el Pirineo. Hoy las sombras de lo que pudo
haber sido se han convertido en el día a día, y la ley del más fuerte, los ha
convertido en bestias. El instinto, lo que nunca nadie imagino es que la plaga
que arrasaría la población sería una enfermedad psiquiátrica, ¿tanto lo
complicamos todo? Pero hoy el superviviente F-34 está pensando, acerca de la
pregunta a realizar. Dicen que llegará la pregunta inadecuada que liberará a
toda humanidad y la verdad nos será revelada.
(Extracto)
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