viernes, 19 de abril de 2013

El laberinto de la insatisfacción.



Aún hay esperanza, aún hay esperanza, se repite a medida que avanza en la oscuridad de un océano sin ningún punto al que aferrarse. Perdida en la inmensidad de una mirada a ninguna parte. La resistencia de un alma apunto de romperse grita “basta”. Un colapso de inquietudes friccionando sus cuerpos desnudos. La vida se está quedando corta para cubrir el vacío que sostiene mi posibilidad. Corriendo por una ciudad vacía busco mi lugar mientras el paso del tiempo me va cercando. El bizco juega con su canica del suerte. Atrapados en una tela de araña y si no te gusta cambias el fondo de escritorio. El fuego ahuyenta a las fieras hasta que el sueño me alcance.

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