El desvanecerse de unos
pasos que se alejan para siempre y mi mirada perdiendo el rumbo. Son
pequeños detalles que hacen lo inevitable insoportable mientras las
olas mojan mis pies descalzos la última noche, como la de ayer, como
la de mañana, tal vez. Energía malograda en esta lucha por zafarme
de esta culpa se me enreda en el alma logrando que tropiece una y
otra vez con mis emociones. Tristeza absoluta que convierte mi
corazón en un mecanismo de relojería que sin piedad marca el paso
del tiempo. Latidos sincronizados con el destino que se revela
instante a instante. Los inocentes pagaran por ello. Percepción
imperfecta de una realidad construida de retales de memoria despojada
de peso. En busca de levedad me lleno de lastre. Tranquilidad en el
vértice del tiempo, mecido por la suave brisa de un gesto implacable
que denominan existencia. Demostremos como de complicado puede
resultar este juego, y perdamos. Me lo he hecho yo mismo. Y la culpa
es tan dulce a veces que cuesta no desnudarla. Como diría Groucho: “A
quién va a creer a mí o a sus propios ojos?”.
RADIOHEAD - STREET SPIRIT (Fade Out)
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