Hay madrigueras, esquinas oscuras, lugares
ocultos, por donde hay personas que no deberían transitar. Hay palabras mayores
e historias que hay que
aprender a dejar morir. La ruleta gira perdiendo velocidad mientras mi mente se
acelera. Y todo es real. Pero a veces es
mejor interpretar, a veces es mejor callar. Los profetas están en el sanatorio
y los ilusos positivistas viviendo en una nube de irrealidad. Y la maldad
campando por sus anchas, intentando no pisar las juntas de la acera. Algún día
sabrás el porque ya no escribo. Y robando una canción a Barricada te diré:
“ESTA NOCHE NO ES PARA ANDAR POR ESAS
CALLES”.
Por lo demás estate tranquila, sigo cuerdo.
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