lunes, 8 de octubre de 2012

Detén tus pasos



Soy el secreto que esconden en la guardilla, soy el rompecabezas que se desplomó en el cubo de tus pesadillas. Detén tus pasos, ya has llegado demasiado lejos, el tiempo hace ya mucho que se olvidó de ti. Dime, ¿qué piensas hacer?  Cuando el vaso derrame sus lágrimas sobre tus huellas y no haya camino de regreso. Sólo te quedará una guardilla, donde morir en la escasez de paz. Hasta entonces, abrázame, sin sentirme, tan solo abrázame, es tu turno, luz que se desvanece apagando las últimas páginas de un libro siempre inacabado. Si lograra decir mi nombre, todo desaparecería, como apareció. Conozco los caminos que no recorreré, y desconozco los que seguiré. Envuelto en la mortaja de la duda. Magia, sin truco, imaginación sin devolución. Tangentes que chocan en un punto fuera de la órbita de la cotidianidad. Detén tus pasos, ya has llegado demasiado lejos.   


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