Herido
de culpa. No quiero ser más que la nada que se oculta tras mi
mirada. Palabras que se suceden para hilvanar un pensamiento
atropellado que se desprende de un alma perdida en una mueca de
sorpresa. Una espesura de llanto que angosta el camino de regreso.
Despropósito que rompen la marea de mis latidos dejándome casi sin
aire, colgado de una esperanza cruel y malintencionada que se insinúa
como una puta que no puedo pagar. Usurpar el gesto antes de que se
pronuncie la voluntad. ¿Alguna pregunta?
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