lunes, 5 de noviembre de 2012

en virtud


En virtud de los sueños que deshilvané, paso a paso, he de decir que fueron el tejido con el que después construí estas alas que me acercan a las palabras adecuadas para poder decir que...

No tengo miedo de las circunstancias que han de hundirme pues de lo más hondo nací. Y que renacer es un juego de ciegos que en la intemperie buscan dónde cobijarse. Que todos los adjetivos desmerecen al concepto universal que nos une, y aún así no somos más que el tímido reflejo trémulo de un de sus descendientes intentando arrancarse una etiqueta que no logra encontrar. Los gemidos de un orgasmo fingido, los aullidos de un perro amaestrado, las suplicas de un indultado, los temores de un dios enfermo, todo ellos embotellado en un brick del supermercado. Repetir el mismo show mil veces como espectador y las mismas mil veces como actor. Que el hambre del que hoy me alimento es el fruto de las preguntas que dejé atrás. El insomnio que me seduce cada noche tiene nombre, tal vez el tuyo.

En virtud de los sueños que deshilvané, paso a paso, he de decir que dudo haber soñado.

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