domingo, 13 de mayo de 2012

Dado trucado


La canción sonaba una y otra vez. Y las mentiras cada vez sonaban más dulces. El gris tomaba matices imposibles en el vértice de las intenciones, mientras los incautos mostraban orgullosos su precariedad. Y la bondad no cesaba de brotar de las venas abiertas de la tierra. Tentetiesos se mantenían estáticos haciendo gala la su propia ignorancia, mientras la levedad del momento emancipaba la irrealidad. Las huellas se borraban con la caricia de una brisa que nunca nació. A mi derecha una orgía emergía de la nada hasta prolongarse a mi izquierda arrastrándome al clímax de lo inesperado. Y delegados de la imaginación boicoteaban al hastío de un pequeño grupo de supervivientes. Pequeñeces que invertir en grandes proyectos que desechar. “sólo te seguirán un par de chiflados” ( te la guardo ) Arañazos en la espalda, olor a sudor ajeno, y café para dos. Juegos que crecen con la esperanza de olvidar lo absurdo de este dado trucado que nos dan al nacer. La canción sonaba una y otra vez hasta el maldito despertar.


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