Sellaron las salidas de
emergencia, y la marea de mi vida está subiendo. Apenas un par de
minutos para olvidar una existencia osca y desmedida en gran medida.
Ya están aquí, pensamientos oscuros ocultando una redención sin
acceso. Cierro lo ojos y cojo el espacio donde debería haber estado
tu mano, preguntándome si rellené todo el puto papeleo burocrático
para la entrada al más allá. Mierda, debí haber leido la letra
pequeña, pero uno siempre va con prisas, sobretodo cuando tienes que
quemar un muñeco de paja. El líquido cambio de color, era pura. La
brisa se detuvo y todo cayó bajo el peso de la gravedad. Mientras
muñecas de cristal olfateaban mi rastro por los rincones más
lúgubres de la indiferencia, yo sostenía mi mejor sonrisa frente al
mundo. La marea sigue subiendo, y marco el 666 en mi móvil, teléfono
de emergencias, llegaran a tiempo? Y me pregunto: Quién coño selló
las salidas de emergencia!?
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